-XIII-
He vuelto luego de 180 días de manicomio, del purgatorio,
donde yacen cuerpos atormentados por el vicio. He vuelto de los pasillos y
salas blanqueadas de nostalgia, de la silla que perece ante el recién caído. He
vuelto de las alas y puedo saborear el calor de la ternura en los ojos de mi
madre. Anduve entre sábanas blancas cubiertas de hormigas, viendo el resplandor
de la ventana amarillento, rojizo, hasta oscurecerse, fui testigo de la
hoguera, de todas las lágrimas y sollozos, éramos agujeros en la pared, y por
la noche la luna acariciaba nuestros cabellos en remolinos y el silencio se nos
hacia sublime y redentor cuando se apagaban las voces del vértigo en el cuarto
posterior, por la ventana el aterrador cielo nocturno dibujaba formas de
caballos galopando en las alturas hacia Júpiter hacia otras galaxias, y
escuchaba una garúa que caía como en pedradas desde el infinito firmamento.
Nelson Bodero
Dic-2017.
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