DESPIERTO EN LA NOCHE

Noche a noche simplemente condenaciones,
la locura cabalga nocturnas olas de lino.
Voces que explotan como volcanes,
visiones malignas estampadas en los párpados.

Jorge Martillo Montserratte.

I

Pero solo un Dios de hormiga pudo querer este encierro, esta quimera de hielo flotando en la galaxia, el cráneo de un mono maniobrando su entrepierna, alimentándose de sí mismo, o el ataque del zancudo que me chupa la sangre, bebe y bebe todo el día rojizo. Pero sólo un Dios de hormiga pudo querer esta cantera de fósiles, este puro celeste sobre la humedad de los insectos, páramos donde el sol no vuelve, porque la poesía es hacernos compañía, desenterrando muertos que no volverán, saltando de página en página, metiéndonos mano, engarzando el mundo para hacernos mundo.

II

Sólo un cráneo herido hachazos pudo imaginar: una horda encabronada, armada con antorchas y poleas pero solo el cráneo de un tirano sabe adivinar: su caída y limpia. Pero nuestro tiempo es el tiempo de las apariencias por eso se trafica con las ideas y hacemos caso omiso de libros mal leídos, que deviene en poemas mal escritos, en citas mal citadas, [poetas decapitados agitan sus cadáveres como astronautas atascados en la luna]. Estos chicos extasiados hasta el seso con lsd con thc y con coca, pero absorbiendo el líquido del cráneo de un mono que gira y gira en el sueño de otro hombre, no hacían más que iniciar un teorema estéril que se nutre de su propia muerte, Amarrados al busto de Amy Winehouse repetían sus canciones como grabadoras en cinta. O sea que mientras ellos lactaban del pecho de sus madres, uno plantaba amapolas en la Luna.

III

Pero un sol afeminado quiso este ramo de orquídeas y sólo una luna de niebla se vio naufragando en el mar, porque nos deshacemos, nos diluimos en el poema y pregunto, qué importancia tiene el poema embotellado en mi cráneo, quiero decir: una metralleta de espinas o el hostigamiento de una sardina en la oscuridad, qué importancia tiene el poema podando el césped en la mañana, trepando hacia las nubes como si fuera una clave de Mario Kart, o un password del grand theft auto.